sábado, septiembre 30, 2006

Mutilación genital femenina... Practicas brutales



Conozcamos sobre la ablación
o mutilación genital femenina


Es una práctica usual en más de ventiocho países -en su mayoría africanos- donde se extirpa o corta parte o partes de los genitales externos de las mujeres.

No puede considerarse sino un crímen horrendo y una agresión a la integridad física de las mujeres. Constituye o forma parte del ritual de iniciación que se realiza a las niñas originarias de algunos países africanos.

La terminología varía. Son distintos los nombres que se da a esta terrible costumbre:

Aunque para muchos el nombre correcto es "Circuncisión femenina" quizá por ser el más antiguo, éste tiene el inconveniente de que resalta las escasas semejanzas con su homónima masculina y oculta las múltiples diferencias que la hacen mucho más rechazable.

Otro es Ablación (extirpación o separación de alguna parte del cuerpo), y excisión (corte) Hay que resaltar estos dos términos como neutros y se deriban o hacen referencia al procedimiento empleado.
El otro sería "Mutilación genital femenina". Término que para muchos antropólogos y también para militantes feministas está cargado de denotación negativa, que indica que es algo rechazable. Estudiosos del drama, refieren que este témino posee el inconveniente de ser poco aceptable para empezar el diálogo con las personas implicadas.


Un hecho tan bárbaro trae en si varias modalidades, y esto hace que resulte difícil de clasificar.

Alguna clasificación lograda nos da:

a) Eliminación del prepucio del clítoris (circuncisión), generalmente acompañada de extirpación parcial o total del clítoris (clitoridectomía)

b) Extirpación total o parcial del prepucio, del clítoris y de los labios menores dejando los labios mayores intactos (una forma de excisión)

c) Excisión del clítoris y los labios mayores y menores y sutura de ambos lados de la vulva. Se deja un pequeño orificio que permite la salida de la orina y la sangre menstrual (infibulación).
Esto tiene consecuencias terribles
y siempre irreversibles para la mujer:



Pérdida del deseo y el placer sexual, no sólo por cuestiones fisiológicas (no es cierto que la pérdida de un órgano o de parte de él suprima el deseo) sino porque precisamente su objetivo es hacer mujeres sin sexualidad propia.

Dolor en el coito.

Infecciones pélvicas con esterilidad.

Mortalidad materno-fetal por dificultad en los partos debida a la infibulación.

Muerte por septicemia o hemorragia al hacer la ablación sin medidas sanitarias.

Dependiendo de la modalidad y de las condiciones en que se haya practicado, varían las consecuencias. Otras van ligadas a la misma ablación y nada podría hacer después cualquier intervención médica. Por ello la medicalización no es una solución y la intervención de personal sanitario es absolutamente rechazable.


Lo que no deja lugar a dudas, es que la ablación es una agresión que tiene graves consecuencias físicas y psicológicas y forma parte de los mecanismos de opresión de las mujeres en culturas ancestralmente discriminatorias. Esta práctica está destinada a controlar la sexualidad de las mujeres y a veces a aumentar el placer de los hombres a costa de ellas.



* Investigación apoyada por los trabajos de "Mujeres e Islam"

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